CNEWA Español

Israel tiene más de 9 millones de ciudadanos. Entre ellos hay 7 millones de judíos israelíes, 2 millones de árabes palestinos israelíes y 500.000 personas de otros orígenes, muchos de ellos migrantes. Entre los árabes palestinos en Israel, aproximadamente 160.000 son cristianos, menos del 2% de la población total. Los cristianos viven principalmente en Nazaret, Haifa, Shefa-‘Amr o Jerusalén. En Jerusalén, muchos cristianos no tienen la ciudadanía israelí y se enfrentan a restricciones relacionadas con su estatus ciudadano. 

Israel experimentó un drástico cambio político con la reelección del primer ministro Benjamin Netanyahu y su coalición en 2022. La coalición contiene partidos ultraortodoxos, algunos de los cuales rechazan la idea de una solución de dos estados para el conflicto palestino-israelí.

El año pasado, el panorama político y los trágicos acontecimientos del 7 de octubre, seguidos de la invasión israelí de Gaza, han alienado aún más a la comunidad árabe en Israel. El creciente número de manifestaciones extremistas israelíes en Jerusalén y en todo el país ha incitado ataques contra árabes y cristianos y contra sus lugares religiosos. Al menos 10 mezquitas e iglesias en Cisjordania y dentro de Israel han sido vandalizadas. La policía rara vez localiza a los autores de la violencia contra miembros de la comunidad árabe.

Aproximadamente 2,5 millones de israelíes, o el 26% de la población, incluidos 1,1 millones de niños, viven justo por encima del umbral de la pobreza, según Latet, una organización de ayuda israelí. Se estima que el 22,1% de los hogares viven por debajo del umbral de la pobreza y carecen de acceso a una vivienda adecuada, educación, cuidado de la salud y alimentos.

La delincuencia organizada, la violencia y los asesinatos siguen siendo elevados en las zonas árabes del norte, en Lod, Ramleh y el Negev. El largo abandono por parte del gobierno israelí hacia las comunidades árabes israelíes, junto con una crisis de identidad profundamente arraigada en la población, han permitido el surgimiento del crimen organizado y la violencia. En 2022, 116 árabes palestinos fueron asesinados en circunstancias de criminalidad y violencia.

CNEWA es una agencia papal establecida para servir y acompañar a la Iglesia y a los necesitados en Tierra Santa. En este complejo entorno, nuestros programas brindan asistencia pastoral y humanitaria crucial para sostener a la iglesia y a las comunidades a las que sirve. Nuestros programas se centran en las ciudades de Haifa, Nazaret, Jaffa, Shefa-‘Amr y Kafr Yasif.

Acompañando a la Iglesia

CNEWA apoya programas para líderes religiosos y laicos, incluidos los seminaristas de la iglesia greco-católica melquita en Galilea. CNEWA también financia el mantenimiento y la expansión de iglesias y centros pastorales y proporciona a las escuelas parroquiales sistemas de energía solar.

Los centros parroquiales y la catequesis desempeñan un papel vital en la preparación de jóvenes líderes laicos fieles, comprometidos y capaces. CNEWA apoya programas de catecismo para niños y financia capacitación especial en liderazgo cristiano y educación religiosa para jóvenes. También promovemos eventos educativos y culturales que ayuden a la comunidad cristiana a permanecer fiel a su identidad. 

Un sacerdote da la comunión en una iglesia de Israel.
El reverendo Androwas Bahus ofrece la comunión en la iglesia greco-católica melquita de San Andrés Apóstol en Acre, Israel. (foto: Ilene Perlman)

Respondiendo a las Necesidades Humanas

CNEWA apoya el cuidado de la salud así como a las instalaciones educativas administradas por la iglesia. A pesar de la pequeña población católica en Israel, la Iglesia católica administra 28 escuelas, emplea a 1.619 personas y educa a 16.000 estudiantes al año. Los cuatro hospitales cristianos del país proporcionan cuidados intensivos en las numerosas comunidades árabes que reciben servicios estatales inadecuados.

CNEWA opera un programa de recolección de energía verde y agua de lluvia que sirve para reducir los costos generales de las organizaciones de servicio cristianas. CNEWA también ha financiado la instalación de sistemas hidropónicos para el cultivo de hortalizas orgánicas. Además de reducir los gastos generales, estas intervenciones responden a la llamada del Papa Francisco a cuidar la creación.

CNEWA, en colaboración con las Hermanas Misioneras Combonianas de Jaffa y las Hermanas Teresianas y Pasionistas de Jerusalén, ofrece programas humanitarios y sociales para apoyar a las comunidades católicas migrantes en riesgo, dando prioridad a los programas que brindan apoyo a las mujeres.

Una refugiada africana, una doctora y una misionera comboniana conversan en un centro en Tel Aviv.
Diddy Mymin Kahn, centro, escucha a la Misionera Comboniana Azezet Kidane, derecha, de Eritrea, mientras habla con solicitantes de asilo en el Colectivo de Mujeres Refugiadas Africanas Kuchinate en Tel Aviv, Israel, el 4 de agosto, 2020. La hermana Azezet y la Dra. Kahn son codirectoras de Kuchinate. (foto: Debbie Hill)

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