CNEWA Español

Agua, Agua, en Todas Partes, Pero ni una Gota Para Beber

Si uno buscara una sola palabra que describiera con mayor precisión el mundo de CNEWA, creo que sería “diversidad”.

CNEWA trabaja en cuatro continentes, en idiomas tan diversos como el malayalam, el árabe y el tigriña, con al menos cuatro de las principales religiones del mundo y muchas culturas antiguas y modernas. Trágicamente, muchos lugares en el mundo de CNEWA son también escenario de conflictos y guerras brutales.

Una de las crisis más silenciosas que se enfrenta en casi todos los lugares en el mundo de CNEWA es la condición del agua. En su Cántico del Sol, San Francisco de Asís reza: “Loado seas, mi Señor, por la hermana agua, la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta”. Tal vez sea la misma humildad y ubicuidad del agua lo que hace que sea tan fácil pasarla por alto, ¡para nuestro gran peligro!

La semana pasada, las Naciones Unidas celebraron una Conferencia Mundial sobre el Agua (22-24 de marzo). António Guterres, secretario general de la ONU, inauguró la conferencia afirmando que “el agua es el alma de la humanidad”. El agua potable limpia y segura es necesaria para la civilización. Y la accesibilidad al agua potable es el sexto de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG) de la ONU.

La conferencia recalcó que 2 mil millones de personas no tienen acceso seguro al agua potable; que 3.600 millones de personas no tienen acceso a un saneamiento gestionado de forma segura. La ONU ha estimado que el número de personas que enfrentan escasez de agua aumentará de 930 millones de personas en 2016 hasta 2.400 millones de personas para 2050.

La falta de acceso al agua potable es uno de los principales factores de riesgo de muchas enfermedades, como el cólera, la diarrea, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. También exacerba la desnutrición y, en particular, impide el desarrollo infantil.

Según un estudio de 2019 sobre la Carga Mundial de Morbilidad,  1,2 millones de personas murieron prematuramente en 2017 como resultado del agua insalubre. Para poner esto en contexto: esto fue tres veces el número de homicidios en todo el mundo en 2017 e igual al número de muertes por accidentes de tráfico a nivel mundial ese mismo año.

Si bien la disponibilidad de agua puede variar de un país a otro y de clima a clima, el acceso al agua potable es un problema mundial. Como tal, el agua es un subconjunto del problema más amplio de la degradación del medio ambiente en general. Los líderes religiosos, como el Papa Francisco en su encíclica “Laudato Si’ ”, y el Patriarca Ecuménico Bartolomé de Constantinopla han insistido una y otra vez en la obligación religiosa y moral que tenemos los humanos de mantener un planeta habitable.

Si bien el agua puede ser un subconjunto de la conversión ecológica y la responsabilidad, puede estar entre las principales prioridades. Como señaló el arzobispo Gabriele Caccia, representante de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, en su discurso ante la conferencia: “El agua es una fuente de vida. Por lo tanto, reconocerla como un bien primario que debe estar disponible para todos, nos impulsa a desarrollar e implementar políticas adecuadas que ‘garanticen la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos’. Tales políticas deben basarse en el reconocimiento de que el derecho humano al agua potable y al saneamiento están inextricablemente relacionados con el derecho a la vida y la dignidad humana”.

Colectivamente, los estados miembros de la ONU se comprometen a lograr los objetivos descritos en el sexto SDG para 2030:

  • Lograr el acceso universal y equitativo al agua potable segura y asequible para todos
  • Lograr el acceso universal y equitativo al agua potable segura y asequible para todos
  • Mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación, eliminando el vertimiento y minimizando la emisión de productos químicos y materiales peligrosos
  • Aumentar considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua
  • Implementar la gestión integrada de los recursos hídricos a todos los niveles, incluso mediante la cooperación transfronteriza, según proceda
  • Proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos
  • Ampliar la cooperación internacional y el apoyo prestado a los países en desarrollo para la creación de capacidad en actividades y programas relativos al agua y el saneamiento.

Si bien es comprensible que se haga mucho hincapié en el agua potable segura, toda el agua del planeta, salada y dulce, forma parte de un sistema integral. Un intento de mejorar la situación del agua del planeta debe considerar todo el sistema hídrico del globo. Como reconocen el Papa Francisco y la ONU, el agua no es un lujo y protegerla no es una opción. En última instancia, nos afecta a todos, desde la oficina central de CNEWA en Nueva York hasta la persona más pobre de Etiopía o la Ucrania devastada por la guerra.


Un sacerdote franciscano de la Expiación, el padre Elías Mallon sirve como asistente especial del presidente de CNEWA.

Entradas Recientes

Conozca nuestro trabajo y manténgase informado del impacto que brinda su apoyo.

Nous constatons que votre préférence linguistique est le français.
Voudriez-vous être redirigé sur notre site de langue française?

Oui! Je veux y accéder.

Hemos notado que su idioma preferido es español. ¿Le gustaría ver la página de Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente en español?

Vee página en español

share