Las autoridades eritreas tienen detenido al obispo Fikremariam Hagos Tsalim, de la eparquía católica eritrea de Segheneity, arrestado en el aeropuerto internacional de Asmara el 15 de octubre.
Segheneity se encuentra a unas 38 millas al sur de la capital de Eritrea, Asmara; la eparquía limita con la región de Tigray en Etiopía.
Después de que la Iglesia Católica preguntara sobre su situación y paradero, las autoridades gubernamentales confirmaron que el obispo, que cumple 52 años el 23 de octubre, está bajo su custodia. El obispo Tsalim fue detenido poco después de regresar de un viaje a Europa, pero hasta el 18 de octubre, las autoridades gubernamentales no habían dado ninguna razón para su detención.
Fides, la agencia de noticias de las Obras Misionales Pontificias, dijo que el obispo Tsalim y otros dos sacerdotes estaban detenidos en la cárcel de Adi Abeto.
“Hemos recibido esta ominosa noticia (del arresto) con inmenso dolor y desconcierto por lo que está sucediendo en nuestro país”, dijo el padre Mussie Zerai, un sacerdote católico de origen eritreo que trabaja con migrantes, a Catholic News Service. “Nuestra esperanza (es) que todos los sacerdotes y el obispo actualmente bajo custodia sean liberados lo antes posible”.
El 11 de octubre, agentes de seguridad arrestaron al padre Mihratab Stefanos, sacerdote de la Eparquía de Segheneity y párroco de la iglesia de San Miguel. Otro sacerdote católico, identificado como el abad capuchino Abraham, fue detenido en la ciudad occidental de Teseney.
Los arrestos se producen en un momento en que Eritrea continúa reclutando a la fuerza a jóvenes en el ejército para la guerra en la vecina región etíope de Tigray. En septiembre, los soldados reunieron a niños y niñas en la parroquia de Medhanie Alem en el pueblo de Akrur, parte de la diócesis.
El obispo Tsalim ha servido a la eparquía desde 2012, cuando fue ordenado su primer obispo.
“Pedimos la solidaridad de todos los obispos africanos y de toda la Iglesia católica en África, que rezan por su liberación y por la paz en toda la región del Cuerno de África. La gente de esta región está agotada por la guerra y el hambre y la ausencia de una paz duradera”, dijo el padre Zerai.
Recientemente, el descontento interno se ha gestado en el país del Cuerno de África debido a su participación en la guerra en la vecina Etiopía entre el Frente Popular de Liberación de Tigray y las fuerzas gubernamentales y las milicias aliadas. El gobierno eritreo ha intensificado la movilización de los jóvenes para la guerra, obligando a muchos adultos jóvenes a esconderse o huir del país.
Según una fuente de la Iglesia Católica de Adigrat que no pudo ser nombrada por razones de seguridad, el obispo Tsalim ha sido franco contra la guerra en Tigray.
“Creo que está siendo perseguido por su oposición a la guerra. Es uno de esos clérigos en Eritrea que no han guardado silencio sobre las atrocidades cometidas por las fuerzas en Adigrat. Recientemente le dijo a la gente que no comprara [artículos] del ‘saqueo’ de Tigray”, dijo la fuente. “Mi temor es que más clérigos católicos en ambos países sean atacados”.
Sólo el 4 por ciento de los 6 millones de habitantes de Eritrea es católico. Aunque la iglesia es uno de los cuatro grupos religiosos permitidos en el país, el gobierno ha confiscado recientemente sus escuelas, instituciones educativas y de salud.
Bajo el liderazgo del presidente Isaias Afwerki, durante 30 años el país no ha desarrollado una constitución que sea funcional ni ha celebrado elecciones nacionales.
Es en este contexto que los obispos católicos del país pidieron recientemente un gobierno democrático y el fin de la dictadura.