Una Crisis Global. Una Responsabilidad Compartida.

Al prepararnos para celebrar la Pascua y dar la bienvenida a Cristo crucificado y resucitado, lo hacemos en compañía de los cristianos de todo el mundo. Pero esta temporada sagrada llega en medio de una crisis humanitaria sin precedentes, lo que ejerce una inmensa presión para responder a la necesidad sobre CNEWA y nuestros socios en el terreno.
Con el abrupto fin de la ayuda extranjera que patrocinaba el gobierno de Estados Unidos, las comunidades vulnerables de las regiones a las que servimos, como Etiopía, Jordania y países del Medio Oriente y Europa del Este, se quedan tambaleando, luchando por sobrevivir. Como una agencia humilde que trabaja a través y con las iglesias locales, no podemos satisfacer todas las necesidades. Pero juntos, podemos pararnos ante las brechas y llevar esperanza a quienes más la necesitan.
Uno de los países más afectados es Etiopía, donde CNEWA ha proporcionado ayuda alimentaria vital durante décadas. En una nación que ya sufre una grave sequía, guerra y conflicto civil, la eliminación de la ayuda extranjera ha puesto en riesgo a millones de personas.
19 millones de niños ya se enfrentan a una grave desnutrición.
Si no se interviene, millones de personas más sufrirán hambre y enfermedades.
Los programas de nutrición para niños en edad escolar, huérfanos y familias desplazadas ya han sido cerrados, lo que aumenta la necesidad de los propios programas de alimentación de CNEWA.
No podemos permitir que esto suceda. Su apoyo es esencial para mantenerlos con vida.
Del mismo modo, Jordania ha acogido durante mucho tiempo a refugiados que huyen de la violencia en Israel, Palestina, Líbano, Irak y Siria. Hoy en día, más de la mitad de la población del país está formada por personas desplazadas, y la presión sobre sus limitados recursos es abrumadora.
Los servicios sociales, que antes contaban con el apoyo de Estados Unidos, ahora están al límite de su capacidad.
Los hospitales y las redes de atención, como los hospitales italianos, están reduciendo los servicios debido a los recortes de financiación.
Las familias que ya lo han perdido todo se enfrentan ahora a una incertidumbre aún mayor.
CNEWA mantiene su compromiso de ayudar a la iglesia a proveer para estas poblaciones vulnerables. Pero necesitamos su ayuda para responder con misericordia a esta innegable crisis humanitaria.
En un momento en que la ayuda está desapareciendo, su generosidad garantiza que CNEWA pueda continuar con su misión de compasión y cuidado. A través de la oración, la educación y el apoyo financiero, podemos elevarnos como una sola iglesia para enfrentar esta crisis con amor y compasión.
Por favor, done lo que pueda para ayudar a seguir llenando los vacíos cada vez mayores en esta red internacional de compasión y cuidado. Juntos podemos mantener viva la esperanza.
Recuerde: en la iglesia universal, no hay “nosotros” y “ellos”. Solo nosotros.