Caminemos con los Migrantes y Refugiados con Energía y Esperanza

Los migrantes y refugiados tienen un coraje y una fe extraordinarios. Le dan una nueva vitalidad a la iglesia donde encuentran refugio, y en algunas partes del mundo son el futuro mismo de la iglesia.
Como nos recuerda el Papa León, la presencia de estos valientes hombres y mujeres “debe ser reconocida y apreciada como una verdadera bendición divina, una oportunidad para abrirse a la gracia de Dios, que da nueva energía y esperanza a su Iglesia”.
Estos mensajeros de esperanza están reavivando el poder del Evangelio en comunidades donde ha languidecido durante mucho tiempo. Pero no se les debe dejar solos para que hagan este trabajo.
En el Medio Oriente, África, Ucrania y más allá, los refugiados se enfrentan a enormes obstáculos para acceder a los refugios seguros que buscan. Hambre. Violencia. Carencia de Vivienda. La lista sigue y sigue. Pero a través de CNEWA, la iglesia camina con ellos: proporcionando comidas para los niños, agua para las familias y defensa y educación para ayudar a prevenir la explotación y la trata.
Este trabajo solo es posible con su ayuda.
Su donación ofrece protección y dignidad a las familias desarraigadas. Fortalece a las comunidades que los acogen. Todos somos parte de una familia humana, unidos por valores comunes de amor y dignidad para todos. Debemos unirnos en solidaridad con estos mensajeros de esperanza.
¿Caminará con nosotros como nosotros caminamos con ellos?