“Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza” es el tema que eligió el Papa Francisco para la V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos, que se celebra cada año el domingo más cercano a la fiesta de los santos Joaquín y Ana, este año, el 27 de julio.
En su mensaje para la observancia, el Papa León XIV dijo: “Considerando a las personas ancianas desde esta perspectiva jubilar, también nosotros estamos llamados a vivir con ellas una liberación, sobre todo de la soledad y del abandono”.
“Dios nos enseña que, a sus ojos, la ancianidad es un tiempo de bendición y de gracia, y que para Él los ancianos son los primeros testigos de esperanza”, escribió.
Durante décadas, la Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente ha brindado apoyo continuo y de emergencia a los ancianos necesitados, incluidos aquellos vulnerables por la pobreza, el hambre, la guerra, la enfermedad o la soledad cuando sus hijos adultos y nietos se han ido a trabajar al extranjero.
Durante la pandemia, los ancianos se encontraronn entre los más afectados, y los trabajadores de la iglesia apoyados por CNEWA estaban en primera línea de ayuda. En la India, las Hermanas de los Indigentes, una congregación de religiosas de la Iglesia Católica Siro-Malabar, dirigen un hogar para mujeres solas, ancianas, que padecen enfermedades mentales o en las últimas etapas de la vida. La hermana Ann Paul, S.D., habló sobre un brote de COVID-19 en julio de 2020.
En Cisjordania, la hermana Hildegard Enzenhofe, S.D.S., sirve como superiora en el Hogar para Ancianos Beit Emaús en las afueras de Jerusalén.
“En un hogar de ancianos tan remoto como el nuestro, una emergencia de salud a menudo es particularmente difícil, pero aún más en cuarentena”.
En Armenia, CNEWA apoya un proyecto de preparación para el invierno que ayuda a proporcionar refugio, combustible para calefacción adecuada y atención médica a cientos de pobres y ancianos. El proyecto paga las facturas de gas o electricidad, suministra leña a quienes no tienen calefacción de gas o eléctrica, e incluye asistencia de emergencia para alimentos básicos y artículos de higiene personal.
CNEWA también apoya el programa de Caritas Armenia que mensualmente proporciona a 60 personas mayores medicamentos, alimentos y paquetes de higiene, así como ropa y ropa de cama dos veces al año. El programa incluye eventos sociales para ayudar a romper el aislamiento, como excursiones y caminatas, para aquellos que pueden participar.
Vyacheslav Sargsyan, de 67 años, que huyó de Nagorno-Karabaj hacia Artashat, Armenia, tras la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán en septiembre de 2023, dijo que recibió un diagnóstico de cáncer tras huir de su tierra natal. Gracias a la atención financiada por CNEWA, “los trabajadores sociales, los cuidadores y las enfermeras visitan regularmente a los ancianos Sargsyan, revisan su salud, proporcionan alimentos y medicamentos y ayudan con las tareas domésticas. Sargsyan no podría pagar su medicamento sin el apoyo de Caritas”.
“El simple hecho de que alguien nos visite e intercambie algunas palabras es de gran ayuda”, dijo Sargsyan. “Solíamos tener un gran círculo social, pero ahora estamos completamente solos”.
Flora Sargsyan, que trabajaba para Caritas Armenia en Gyumri, Armenia, en 2015, dijo que una parte importante de visitar a los ancianos incluye ofrecerles aliento.
“La mayoría está sola y ha perdido la esperanza”, dijo. “Están ansiosos por nuestras visitas; anhelan relacionarse con los demás, hablar y ser escuchados. Los ancianos necesitan una higiene adecuada, hogares limpios, comidas calientes; también necesitan atención médica. Esto es lo que nuestros programas ayudan a proporcionar. Un cuidador o enfermera puede ayudar a bañar al paciente u ofrecerse a cocinar o limpiar, incluso a peinarlo”.
“Nuestros cuidadores son vitales para los ancianos porque alivian su dolor, tanto físico como emocional. Ayudan a aliviar los sufrimientos de sus almas”.
“A veces, los proveedores de servicios de Caritas son los únicos visitantes para quienes viven solos, por lo que su compañía es de gran apoyo psicológico y moral”, dijo. “Servimos con amor y compasión, porque queremos ver a nuestros ancianos como miembros plenos de la sociedad. Después de todo, son los creadores de nuestro pasado y nuestro presente. Les estamos agradecidos por el legado que han dejado a las generaciones futuras”.
Lea el mensaje del Papa para la V Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos.