Eritrea
El cristianismo en el noreste de África se remonta a los primeros días de la iglesia. Aunque se encontraba lejos de los centros de la iglesia en el mundo mediterráneo, la iglesia en el Cuerno de África, llamada Abisinia, no estaba aislada de otras comunidades cristianas, particularmente las de Egipto y Tierra Santa.
El moderno estado-nación de Eritrea, que libró una larga y amarga guerra con Etiopía para lograr su independencia, data de 1993. La Iglesia católica de Eritrea comparte las tradiciones ge’ez de las iglesias dominantes ortodoxa tewahedo y católica en Eritrea y Etiopía, y fue establecida por el Papa Francisco como una iglesia autónoma y metropolitana dentro de la comunión católica de iglesias en 2015.
CNEWA ha desempeñado durante mucho tiempo un papel importante en el desarrollo de la iglesia católica eritrea, colaborando con sus líderes poco después de la independencia para reconstruir, restaurar y renovar sus escuelas, parroquias, servicios sociales y vida espiritual.
Gracias a ustedes, CNEWA apoyó la formación de sus sacerdotes, religiosos, religiosas y líderes laicos.
Gracias a ustedes, CNEWA se convirtió en un salvavidas para decenas de miles de niños inscritos en escuelas y programas de cuidado infantil, proporcionando alimentos, refugio, lecciones, asesoramiento y crianza.
Gracias a ustedes, CNEWA patrocinó iniciativas de atención médica móviles y parroquiales, particularmente entre aquellos que viven en áreas remotas y de difícil acceso del país.
Lamentablemente, gran parte de ese trabajo ha quedado atrás, ya que el estado nacionalizó los 29 programas de atención médica y 4 escuelas secundarias de la iglesia en el 2019; y 71 jardines de infantes, 36 escuelas primarias y 13 escuelas intermedias y 2 escuelas técnicas a fines del 2022. Todos estos programas servían a todos los eritreos, independientemente de su origen étnico, cultural o religioso.
Pero eso no significa que la iglesia esté acabada, que sin sus escuelas, clínicas y programas de servicio social no exista. La Iglesia es el cuerpo de Cristo, formado por hombres y mujeres, jóvenes y ancianos que viven la alegría del Evangelio con su compromiso de amar a Dios y a los demás. La iglesia no cierra ni puede cerrar sus puertas a los que vienen a pedir ayuda. Siempre, la respuesta debe ser: “¿cómo podemos ayudar?”
El papel de CNEWA en Eritrea continúa, por lo tanto, desde su apoyo a los programas de formación para hombres y mujeres como fieles discípulos y apóstoles de Jesús, como los seminarios mayores y menores y los programas de noviciado y catequistas laicos, hasta el ofrecimiento de asistencia humanitaria de todo tipo a nivel parroquial.
Por favor, únase a nosotros con sus generosas oraciones y donaciones que pueden cambiar un pequeño rincón de nuestro mundo, una vida a la vez. Por todo lo que puedan dar, se lo agradecemos. Su consideración será recordada en las oraciones de todos nosotros en CNEWA, y por aquellos a quienes servimos.