Hace tres años, en marzo, el mundo se detuvo. En este aniversario, CNEWA publicó un informe para destacar su respuesta al COVID-19. Lea el PDF completo aquí, o véalo más abajo.
A medida que la pandemia de COVID-19 se extendió por todo el mundo en marzo de 2020, el mundo quedó sumido en una catástrofe de proporciones épicas, con muerte, destrucción y desesperación a escala global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, en el período comprendido entre enero de 2020 y diciembre de 2021, murieron casi 15 millones de personas alrededor del mundo a causa del virus.
La mayoría de las vidas que se perdieron durante la pandemia perecieron sin un diagnóstico formal de COVID-19. Según los investigadores de la OMS, se reportaron 5,42 millones de muertes por el virus; no obstante, durante el periodo de pandemia se produjo 9,49 millones de muertes adicionales. Durante este período aterrador, muchas personas no recibieron atención médica adecuada; un número incalculable de seres humanos murió en completa soledad, forzados a estar aislados de sus familiares inmediatos en sus últimas horas. …
En CNEWA estamos orgullosos de nuestra extensa red de organizaciones asociadas y de los programas que pudimos implementar a medida que la pandemia se propagaba y el mundo se cerraba. Estamos agradecidos con nuestros más de 10.000 donantes que hicieron posible este esfuerzo capaz de salvar vidas.
Mientras que la pandemia ingresa a una etapa endémica, los países en los que servimos continúan luchando con las consecuencias económicas de los cierres del año 2020. Se enfrentan también a factores que amenazan el suministro de alimentos a causa de la guerra en Ucrania. Dicho conflicto ha interrumpido el flujo de exportación de trigo a muchos países del mundo, y conducirá a un fuerte aumento de los costos.
La complejidad de la crisis actual y la necesidad de apoyar a las personas en riesgo nunca han sido mayores.
Gracias a nuestra prolongada presencia en aquellos países donde nos toca servir, así como a nuestra capacidad para unir a personas y comunidades en tiempos de crisis, CNEWA se encuentra lista y expectante para enfrentar los desafíos que puedan aparecer.