Para los refugiados, especialmente los que tienen hijos, dejar el hogar es una perspectiva aterradora. Sin ninguna garantía de alimentación, refugio o seguridad, son más vulnerables a ser víctimas de la trata de personas.
Natalia Volodymyrivna Hulak, que huyó de la guerra en Ucrania con su hija y su madre y buscó refugio en Polonia, habló del miedo y la vulnerabilidad que sintió a lo largo de su viaje.
“Sabes, cuando vas a un país extranjero nunca sabes lo que te espera”, dijo. “¿Dónde dormiremos? ¿Qué comerá mi hijo? ¿Terminaré en algún tipo de esclavitud y siendo vendida? Me daba mucho miedo”.
A su llegada a Polonia, Hulak y su familia recibieron asistencia de Caritas Polonia, que proporciona alojamiento seguro, asesoramiento psicológico, asesoramiento legal, colocación laboral y mucho más. Su personal también recibe capacitación en la lucha contra la trata de personas, ya que los refugiados son una población vulnerable que a menudo es blanco y es explotada por los traficantes.
“Gracias a estas personas, a los voluntarios, a Caritas, nuestros hijos volvieron a la vida”, dijo Hulak.
Escuche a Hulak y al personal de Caritas en este video, y lea más sobre ellos en “Vulnerables por la Guerra” en la edición de octubre 2023 de ONE en español.