Nota de la redacción: Esta historia apareció originalmente en OSV News. Ha sido editada por estilo, y se le ha añadido enlaces.
Jerusalén — Los feligreses de la Iglesia Católica de la Sagrada Familia de Gaza sienten “horror” y casi una sensación de “desesperación” después de que un proyectil de un tanque israelí impactó en la iglesia, matando a tres ancianos que se refugiaban allí e hiriendo a 10, dijo el director regional de la oficina de Jerusalén de la Asociación Católica para el Bienestar del Cercano Oriente-Misión Pontificia, Joseph Hazboun.
Hazboun ha estado en contacto regular con la parroquia, especialmente desde el bombardeo del 17 de julio de la única iglesia católica en la Franja de Gaza.
“La gente no tiene adónde ir, e incluso si tuvieran un lugar a donde ir, no quieren irse”, dijo Hazboun a OSV News. “Quieren que la guerra termine y quieren volver a su vida. Encontrar comida y ponerla en la mesa para los niños y para los ancianos, y eso no parece estar sucediendo. … Quieren paz”.
Tienen algunos deseos más, dijo: que se detenga el incesante zumbido de los drones, que terminen los bombardeos y los disparos, un momento de silencio para que puedan apreciar el silencio una vez más. Pero ahora, dijo, todo esto parece imposible.
La visita del fin de semana del patriarca latino de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, que comenzó el 18 de julio, quien con el patriarca ortodoxo griego Teófilo III entró en Gaza esa mañana, fue “muy reconfortante y alentadora” para unas 600 personas que se refugian en el recinto parroquial, dijo Hazboun. Otras 260 personas se alojan en el complejo de la iglesia ortodoxa griega de San Porfirio, también en la ciudad de Gaza.

“Al menos ver al líder de la iglesia venir a visitarlos en estos tiempos tan difíciles y desafiantes les da consuelo y apoyo”, dijo Hazboun.
Que los dos patriarcas visiten la iglesia inmediatamente después del ataque ha renovado la atención del mundo sobre la situación en Gaza, señaló.
“Aunque Gaza ha estado en la pantalla de millones de personas en todo el mundo, incluyendo a los líderes mundiales, ahora nuevamente, hay mayor presión”, dijo.
Los residentes de Gaza se sienten alentados por el hecho de que “tantas entidades, partidos y personas” estén hablando ahora de lo que está sucediendo en su región, dijo.
“Saben que el mundo está observando y al tanto de lo que pasa, pero están decepcionados de que, aparte de esto, no esté sucediendo tanto sobre el duro ataque y la brutalidad de lo que está sucediendo, y especialmente el uso de alimentos y agua, el hambre como arma”, dijo.
Hazboun le dijo a OSV News que el cardenal Pizzaballa celebró misa en la parroquia todos los días de su visita y recorrió el área para evaluar la situación. El patriarcado ha dicho que los dos patriarcas también recibieron provisiones adicionales, para las parroquias, pero también para las otras familias del vecindario.
El Patriarcado Latino de Jerusalén dijo en un comunicado después de la visita del 18 al 20 de junio que el cardenal Pizzaballa “se ha comprometido desde hace mucho tiempo a visitar la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza dos veces al año. Sin embargo, esta visita más reciente se convirtió, en sí misma, en un milagro y una puerta de esperanza en medio del conflicto en curso”.
La declaración del 21 de julio decía que “en medio de las ruinas de la guerra y el dolor de los largos días, la Parroquia Latina de la Sagrada Familia en Gaza continúa manteniéndose firme, ofreciendo un testimonio vivo de la fe y la resiliencia cristiana”.
En su homilía del 20 de julio durante la misa dominical, el cardenal Pizzaballa aseguró a los cristianos de Gaza que “la unidad de la Iglesia y la solidaridad de todas las Iglesias del mundo” están con ellos. Enfatizó que la preocupación de la Iglesia no se limita a los cristianos, sino que también se extiende a todas las personas que sufren en la Franja de Gaza.
Hazboun le dijo a OSV News que el obispo auxiliar William Shomali, vicario general y vicario patriarcal de Jerusalén, que acompañó al cardenal Pizzaballa a Gaza, dijo anteriormente que la parroquia había recibido una serie de alertas de las Fuerzas de Defensa de Israel para que evacúen y se dirigieran a lo que ellos mismos describieron como “zonas seguras”.

Pero después de haber visto el deambular forzado de los palestinos que abandonaron sus hogares, la gente decidió no irse.
“No hay un lugar seguro”, dijo. “Los refugios han sido bombardeados, las escuelas han sido bombardeadas, las tiendas de campaña están siendo bombardeadas y la gente está siendo trasladada de un lugar a otro. Entonces, les sucederá lo mismo, y al menos permanecerán donde están. No tienen que preocuparse por dónde ir y qué llevar consigo. Y parece que aquí o allá, serán bombardeados”.
Suhail Abo Dawood, un joven postulante que debía estar en el seminario durante los últimos dos años y resultó gravemente herido en el ataque, fue trasladado a Israel, donde está siendo tratado por sus heridas en un hospital de Ashdod, al sur de Tel Aviv, ya que los hospitales restantes en Gaza no estaban equipados para brindarle el tratamiento médico que necesitaba.
Otra persona gravemente herida está esperando que se coordiine su traslado a Israel, mientras que otros que sufrieron heridas leves y fueron dados de alta del hospital, dijo Hazboun.
En una entrevista en video con L’Osservatore Romano, el diario de la Santa Sede donde el joven postulante herido ha estado escribiendo una columna, el joven dijo: “El amor es más fuerte que la guerra”. Agradeció a todos por sus oraciones y mensajes.
“Espero poder comenzar mi vida de nuevo y continuar mi vocación en Italia”, dijo en un video desde su cama de hospital. El video mostraba monitores en su hombro y un tubo en su nariz después de una operación para eliminar la metralla que había perforado algunos de sus órganos internos.
El Ministerio de Salud de Gaza confirmó el 20 de julio que 58.800 personas han muerto desde octubre de 2023, y que decenas de civiles palestinos mueren diariamente, incluso en puntos de distribución de ayuda humanitaria.
El 21 de julio, el Papa León XIV recibió una llamada telefónica del presidente palestino Mahmoud Abbas.
“Durante la llamada telefónica, el Santo Padre reiteró su pedido para que se respete plenamente el derecho internacional humanitario, enfatizando en particular la obligación de proteger a los civiles y los lugares sagrados, la prohibición del uso indiscriminado de la fuerza y del traslado forzoso de la población”, informó la Santa Sede después de la llamada.
“Dada la trágica situación humanitaria, se hizo hincapié en la necesidad urgente de brindar asistencia a los más vulnerables a las consecuencias del conflicto y permitir la entrada adecuada de ayuda humanitaria”, continuó.
Durante una llamada del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu el 18 de julio, el papa León instó al líder de Israel a reactivar las negociaciones y promulgar un alto el fuego.
La llamada de esa mañana a la residencia de verano del papa en Castel Gandolfo se produjo el día después de que el ejército israelí atacara la Iglesia de la Sagrada Familia, llamada que el Papa Francisco había hecho a diario desde octubre 2023.
El papa León expresó además su solidaridad con los cristianos de Gaza rezando y mencionando los nombres de los que murieron en el ataque durante su Ángelus dominical del 20 de julio.
Ese mismo día, el cardenal Pizzaballa dijo que Gaza no puede ser vaciada de cristianos. “En este mar de odio y violencia, que es una clara señal del poder del diablo… aunque tan poderoso, no puede extinguir la vida en nosotros”, dijo. “Por lo tanto, debemos ser fuertes y seguir siendo una presencia viva aquí”.
Lea más informes de Hazboun sobre la situación aquí, disponible solo en inglés.