En el sur del Líbano, la realidad de los bombardeos entre Israel y Hezbolá es demasiado conocida. La esperanza para muchos residentes es la misma: permanecer conectados con sus hogares. La iglesia les está ayudando a hacer precisamente eso.
“Como Iglesia, nuestro papel es ayudarlos a arraigarse en su tierra”, dijo el padre Marios Khairallah, de la iglesia greco-católica melquita de San Jorge en Tebnine, en el sur del Líbano.
La archieparquía greco-católica melquita de Tiro, con la ayuda de CNEWA-Misión Pontificia, proporciona a los desplazados alimentos, medicinas, vivienda, atención médica y más para las familias afectadas.
“Somos los hijos de esta tierra y queremos quedarnos”, dijo Jamil Salloum, un antiguo residente de Yaroun.
Escuche a los residentes del sur del Líbano en este video. Luego, lea más sobre la situación en la región en “Ninguna Generación se Salvó” en la edición de junio 2024 de la revista ONE en español.