“Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo”. (Mateo 6,9-10)
Con cada edición de marzo, conmemoramos el aniversario de la fundación de CNEWA por el Papa Pío XI el 11 de marzo de 1926.
En la víspera de Navidad, el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro e inauguró el año jubilar 2025, enfocado en la virtud de la esperanza. Hay tres virtudes teologales: la fe, la esperanza y la caridad. Reflexionemos, oremos y consideremos el vínculo íntimo y orgánico entre la virtud de la esperanza y la misión de CNEWA y la Misión Pontificia.
Las primeras líneas del Padre Nuestro —de hecho, toda la oración— son una expresión de la virtud de la esperanza; nos reconocemos como criaturas ante el Creador, a las que se les ha confiado una misión específica. Debemos ser agentes de la santidad de Dios, trayendo su reino a la tierra como en el cielo; buscando llevar a cabo su voluntad.
La iglesia, a través de la doctrina y liderazgo pastoral, nos enseña que la esperanza nos da un propósito en nuestra peregrinación por la vida. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña: “La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas” (1817).
El Papa Benedicto XVI, en su encíclica de 2007 dedicada a la esperanza cristiana, “Spe salvi”, escribe: “Sólo cuando el futuro es cierto como realidad positiva, se hace llevadero también el presente” (2).
Y el Papa Francisco continúa animándonos regularmente a alimentar la esperanza en nuestro camino cristiano. Dijo en la audiencia general del 8 de mayo, 2024: “La esperanza es la respuesta que se ofrece a nuestro corazón cuando surge en nosotros la pregunta absoluta: ‘¿Qué será de mí? ¿Cuál es la meta del viaje? ¿Cuál es el destino del mundo?’”
A menudo, el Papa Francisco vincula la esperanza con la capacidad de las personas para sonreír. Cuando estamos en la oscuridad, sin dirección, abrumados por nuestras dificultades y desafíos, es a menudo la esperanza, dice el Papa Francisco, “la que nos enseña a sonreír”. En un lenguaje dramático, utiliza una imagen, que a menudo yo he contemplado y usado, cuando escribe: “Cuando nos encontramos frente a un niño, quizá tengamos muchos problemas y muchas dificultades, pero nos viene de dentro una sonrisa, porque tenemos delante a la esperanza: ¡un niño es una esperanza!” (Audiencia General, 7 de diciembre, 2016).
Durante este año jubilar, recemos para que se profundice en nosotros la virtud de la esperanza. ¡Caminemos como peregrinos de esperanza en nuestras familias, entre amigos, en nuestros trabajos, en las plazas públicas, y por nuestro deseo de ser agentes de sanación y esperanza en todo el mundo de CNEWA!
Los artículos de esta edición nos desafían a volver a comprometer nuestras vidas con la virtud de la esperanza.
- Este año, cuando la iglesia conmemora el 1.700 aniversario del primer gran Concilio Ecuménico de Nicea en el año 325, el padre Elías Mallon, S.A., asistente especial del presidente, ofrece reflexiones perspicaces e importantes. Además de su contribución al desarrollo del dogma en nuestra profesión de fe de que Jesucristo, el Hijo de Dios, es “consustancial con el Padre”, el concilio también nos ofreció una visión temprana del significado de la sinodalidad eclesial: que todos los bautizados, según sus dones particulares, construyen el cuerpo de Cristo, la iglesia.
- El testimonio en primera persona del Dr. Nabil Antaki sobre el cuidado de la salud en Siria, que CNEWA ha financiado durante más de una década, exige sus oraciones, su conciencia, sus donaciones.
- CNEWA ha cuidado a niños necesitados a través del apoyo a hogares para jóvenes huérfanos y en riesgo, como se informó en esta edición, y la mejora de las escuelas administradas por la iglesia en Minya, Luxor y El Cairo. Por favor, oren con nosotros y por nosotros y conviértanse en socios a través de su generoso apoyo.
- Desde el estallido de la guerra en Ucrania en febrero de 2022, el cardenal Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York y presidente de la junta directiva de CNEWA, ha dejado claro su apoyo a los que sufren, mueren o son desplazados. En este número, el arzobispo Borys Gudziak de la archieparquía greco-católica ucraniana de Filadelfia comparte su experiencia de un reciente viaje a Ucrania, donde CNEWA se ha asociado con Caritas Ucrania, la Iglesia greco-católica ucraniana y otros grupos eclesiásticos, mientras hacemos todo lo posible, como nos llama el Papa Francisco, para ser instrumentos de esperanza en la “Ucrania martirizada”.
- En noviembre, visité al personal de CNEWA en India, donde la iglesia, aunque enfrenta muchos desafíos, continúa respondiendo a las necesidades de las personas en la periferia de la sociedad, como se destaca en el artículo de esta edición.
En nuestro camino por el tiempo santo de la Cuaresma, del 5 de marzo al 17 de abril, examinemos las formas en que vemos en el Padre Nuestro un desafío para vivir la virtud de la esperanza. Tratemos de evitar los dos pecados contra la virtud de la esperanza: la desesperación y la presunción.
Con mi gratitud y oraciones,

Peter I. Vaccari
Presidente
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