A Rita Shahoud le diagnosticaron insuficiencia cardíaca y necesitaba un desfibrilador. Sus hermanos ayudaron, pero “el procedimiento fue difícil y costoso”.
Shahoud dice que todavía está viva gracias a los Maristas Azules y al Dr. Nabil Antaki, quienes trabajan dentro de una red de salud administrada por la iglesia que ayuda a las personas con los costos médicos.
“La guerra nos ha afectado mucho, como a todos los demás, económicamente, psicológicamente y en la salud”, dice otra beneficiaria, Hala Youssef. “Nos ha afectado en todos los ámbitos”.
El Comité de Caridad Maronita ha estado ayudando a la gente en Alepo durante más de 100 años, pero desde la guerra civil, las necesidades han cambiado, dice Alain Ayoub, voluntario del comité. Ahora, muchos de los que reciben servicios son ancianos “y necesitan asistencia médica, dados sus limitados recursos financieros y su capacidad para trabajar”.
Mire el video y conozca a algunas de las personas en Alepo que se han beneficiado de la ayuda de la iglesia. Luego lea más en “Manos Sanadoras en las Sombras de la Guerra” en la edición de septiembre 2025 de la revista ONE en español.
Para obtener más información sobre el Dr. Nabil Antaki, mencionado por la señora Shahoud en este video, lea “Una Carta desde Siria”.