Al menos 31 personas han muerto y más de 135 han resultado heridas cuando bombarderos rusos bombardearon la capital de Ucrania, Kiev, y numerosas ciudades de todo el país el 8 de julio con más de 40 misiles y bombas aéreas guiadas.
Entre los sitios atacados se encuentra el Hospital Infantil Okhmatdyt en Kiev, donde dos adultos murieron y 16 resultaron heridos, incluidos siete niños.
El alcalde de Leópolis, Andriy Sadovyi, informó en su cuenta X (antes Twitter) que una de esas víctimas adultas era Svitlana Lukyanchuk, de 30 años, una nefróloga pediátrica nacida en Leópolis.
Con los esfuerzos de rescate en curso, se espera que el número de víctimas aumente. Se declaró un día de luto para el 9 de julio en Kiev.
El arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, emitió una declaración el 8 de julio en la que denuncia el ataque.
“Hoy lloramos con todas las víctimas”, dijo el arzobispo Shevchuk. “Hoy queremos rezar por todos los muertos, especialmente por los niños inocentes. Hoy, queremos envolver en nuestro amor cristiano a todos los heridos, quienes están sufriendo más”.
Concluyó su declaración con una oración «por la protección y la victoria de las vidas de nuestros niños y mujeres”.
“Dios misericordioso, bendice nuestra sufrida tierra ucraniana con tu justa paz”, dijo.
Las imágenes de The Associated Press del ataque mostraron a decenas de personas cavando entre los escombros para liberar a los sobrevivientes, con pacientes de hospital vendados que eran llevados en los brazos de sus madres a los refugios.
El presidente de Ucrania, Volodmyr Zelenskyy, convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en respuesta al ataque contra infraestructura civil, que está prohibido por el derecho internacional humanitario.
Dos informes conjuntos del Instituto New Lines y el Centro Raoul Wallenberg para los Derechos Humanos han determinado que la invasión rusa —que continúa con los ataques lanzados en 2014— constituye un genocidio, y Ucrania ha denunciado más de 135.141 crímenes de guerra cometidos por Rusia en Ucrania desde febrero de 2022.Durante su reciente reunión en Bucarest, Rumania, la Asamblea Parlamentaria de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa adoptó una resolución que reconoce la agresión de 10 años de Rusia contra Ucrania como genocidio