A continuación, presentamos un extracto de un escrito del Padre Mario Abu Daher del Seminario Patriarcal de Santa Ana en el Líbano, en el que reflexiona sobre los desafíos que enfrentan quienes se encuentran en formación para ser sacerdotes. Su “Letter From Seminary”, disponible solo en inglés, se publicó en la edición de septiembre 2021 de la revista ONE.
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En las faldas del Monte Líbano, el Seminario Patriarcal de Santa Ana forma sacerdotes y líderes para el ministerio y el servicio en la Iglesia Greco-Católica Melquita en todo el Medio Oriente y, en algunos casos, más allá.
Fundada en Jerusalén en 1882, se trasladó al norte de Beirut, a Rabieh, en 1972. El seminario constituye la columna vertebral de la misión vital de la Iglesia Greco-Católica Melquita en esta tierra. Ha inculcado las verdades de la fe, así como de la cultura, el conocimiento, la espiritualidad y habilidades interpersonales, en aquellos hombres que han respondido al llamado del servicio al Señor como pastores, quienes ministran en parroquias melquitas en el Líbano, Siria, Jordania, Egipto y Palestina.
La vocación de todos los sacerdotes, independientemente de la iglesia o el lugar donde se encuentren, es transmitir el mensaje y la misión del Evangelio a las personas, las familias y sus comunidades. Esta obra solemne requiere que la comunidad del seminario construya el Reino de Dios en los corazones de los candidatos a sacerdotes.
Son necesarias una preparación y una formación que sean suficientes para que los sacerdotes lleven a cabo su misión religiosa, pastoral, cultural y humanitaria en una sociedad plagada de desafíos. Algunos de estos desafíos incluyen, las guerras y los conflictos, el colapso económico, la inestabilidad política, la pobreza, la indigencia, el desempleo y la emigración de los jóvenes, que amenazan la estabilidad y la existencia misma de estas sociedades.
Los líderes de la iglesia están plenamente conscientes de la misión y de los grandes desafíos que enfrenta la misión, por lo que dedican mucha atención y recursos a la formación sacerdotal.
Por esta razón, los encargados de la formación trabajan para desarrollar una profundidad espiritual entre los seminaristas, así como una competencia cultural, y a que tengan conciencia de los problemas que enfrentan las comunidades cristianas y de las herramientas para comprometerse en el trabajo pastoral y humanitario necesario, que son expresiones de la enseñanza social católica. …
Alentamos a los seminaristas a desarrollar sus talentos y habilidades. También señalamos áreas para el desarrollo personal. Este acompañamiento tiene como objetivo crear una relación de tutoría entre los seminaristas y el clero en el equipo de formación del seminario. Hemos encontrado que la tutoría alienta a los seminaristas en su crecimiento en su vocación y en la manera como lidian de los crecientes desafíos que enfrenta la iglesia en el Medio Oriente. …
COVID-19 es una de las mayores pruebas que enfrenta el mundo hoy en día, porque propaga el miedo, amenaza vidas y socava gobiernos. Las cuarentenas obligatorias han vaciado las iglesias de creyentes, particularmente en los días santos y para aquellos hitos en la vida de las personas, incluidos los funerales. La pandemia también ha sido un gran desafío para los seminarios de todo el mundo, ya que tradicionalmente la formación sacerdotal ocurre en una comunidad de seminaristas y formadores reunidos en un solo lugar. Continuar la formación en el seminario en persona y adherirse a los protocolos necesarios para detener la propagación del virus ha requerido una gran concientización y responsabilidad personal.
Sin embargo, la pandemia también ha llevado a una importante reflexión sobre la formación en seminario. El personal del seminario se ha vuelto cada vez más consciente de que el sacerdote no es solo un hombre que realiza ritos y rituales litúrgicos, o que ejerce habilidades de gestión y liderazgo en una comunidad; más bien, su papel, sobre todo, es mejorar la fe en los creyentes y acompañarlos con el espíritu de esperanza. A través de esta conciencia del papel del sacerdote en la sociedad, el seminarista estará preparado para estar presente y servir donde se encuentren las necesidades.¿Interesado en patrocinar la formación de un sacerdote o religiosa? Haga clic aquí