En la región ucraniana de Kharkiv, el Museo Nacional Literario y Conmemorativo Hryhorii Skovoroda fue deshecho por un ataque con misiles rusos el 6 de mayo de 2022. Este filósofo y escritor del siglo XVIII pasó los últimos años de su vida en la propiedad, viviendo en el edificio que se convirtió en un monumento a su legado.
“Era un hombre que logró capturar la identidad ucraniana de una manera muy poderosa”, dijo Hanna Yarmish, jefa del departamento educativo del museo, sobre su homónimo.
La pérdida fue monumental, dijo, y agregó que lo “reconstruirán”.
A unas 350 millas de distancia, un museo de arte en la provincia de Kherson experimentó sus propias pérdidas durante la guerra.
“Están matando nuestra cultura, nuestras mentes”, dijo Alina Dotsenko, directora del Museo de Arte Regional de Kherson.
El museo fue saqueado por miembros del Servicio de Seguridad Federal de Rusia a principios de noviembre y 10.000 artículos de la colección de 14.000 que tenía la institución fueron transportados a Crimea.
“¿Qué muestra lo mejor de Ucrania —como las noches de luna sobre el río Dnipro, los campos, prados, bosques y los Cárpatos— mejor que el arte? Preguntó ella.
La invasión rusa ha matado, mutilado y destruido. Se ha matado a decenas de miles de personas. Además de la destrucción del medio ambiente y la pérdida de vida animal y vegetal, el patrimonio cultural de Ucrania, su identidad, también está en peligro.
Para escuchar más de la Sra. Yarmish y la Sra. Dotsenko, mire el video a continuación. Para obtener más información, lea «Borrando una Identidad» en la edición de julio de 2023 de la revista One en español. Y para apoyar el trabajo de CNEWA para ayudar a los ucranianos desplazados, haga clic aquí.