Desde que comenzó el actual acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás el 19 de enero, unos 500 camiones de ayuda han entrado en Gaza diariamente. Se espera que estos esfuerzos repongan los suministros de alimentos para las campañas de distribución de alimentos. Sin embargo, se negó la entrada de cobertizos y tiendas de campaña a través del cruce, lo que dificultó aún más la capacidad de las personas para enfrentar el frío.
La situación humanitaria de Gaza es sombría. Más de 17.000 niños de Gaza están sin sus familias, muchos de ellos huérfanos. Se estima que 150.000 mujeres embarazadas y madres primerizas necesitan desesperadamente servicios de salud vitales. Las personas con enfermedades crónicas no tienen medicamentos ni acceso a tratamiento médico. Mujeres y niñas se enfrentan a la violencia sexual; las sobrevivientes de violaciones y abusos no tienen acceso a atención médica ni a agua potable. Quedan expuestas y vulnerables. Según UNICEF, un millón de niños necesitan apoyo psicosocial y de salud mental para la depresión grave, la ansiedad y los pensamientos suicidas.
El equipo de CNEWA-Misión Pontificia con sede en Jerusalén continúa sus esfuerzos en Gaza, promoviendo sus programas psicosociales entre las comunidades vulnerables, especialmente los niños; proporcionando paquetes de alimentos y bienestar; y financiando un programa de atención médica que atiende a miles de niños, jóvenes y mujeres. Estas intervenciones, llevadas a cabo en cooperación con nuestros socios, están salvando vidas y ayudando a miles de personas a hacer frente a esta crisis.

Los programas de desnutrición para madres e hijos son una prioridad a medida que las enfermedades crónicas continúan aumentando. Se requiere atención médica urgente, y los pacientes con problemas de salud crónicos no han visto a especialistas en 15 meses, ya que hay limitadas instalaciones y médicos especializados después del bombardeo incesante de instalaciones e infraestructura. Las escuelas deben ser rehabilitadas lo antes posible para que los niños puedan reanudar su educación.
El mayor desafío que tenemos por delante es la libre circulación de personas y la reconstrucción de Gaza, que costará miles de millones de dólares. Según la última actualización humanitaria de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, desde el comienzo del alto el fuego se ha producido una oleada de suministros, se han incrementado las distribuciones, se han iniciado las reparaciones de infraestructuras críticas y se ha distribuido combustible.