En Jal el-Dib, al norte de Beirut, un camino con nuevo asfalto conduce al Hospital de la Santa Cruz, y se está pintando la sala que el Papa León XIV visitará el 2 de diciembre.
La hermana Rose Hanna, una religiosa franciscana de la Santa Cruz que dirige el hospital, el mismo que atiende a unos 800 adultos con necesidades especiales, incluyendo personas con problemas de salud física y mental, afirma que la visita del Papa es “una gracia y una bendición”. Espera que anime a las familias a visitar a sus seres queridos en el hospital con mayor frecuencia, ya que “la psiquiatría sigue siendo un tema tabú en el Líbano.
La hermana Hanna también espera que la visita papal “traiga la paz”.
“Cada día, anhelamos la paz”, dijo.
Tras seis años difíciles —debido a la pandemia, un dramático colapso económico, la explosión del puerto de Beirut en 2020 y la guerra en curso— Michel Constantin, director regional de CNEWA en el Líbano, espera que la visita “envíe un mensaje contundente de que el Papa León XIV está con el pueblo libanés, en un país donde los cristianos siguen profundamente presentes en los ámbitos social, político y económico”.

La visita del Papa, bajo el lema “Bienaventurados los que Trabajan por la Paz”. (Mt 5,9), se produce en un momento en que Israel ha advertido sobre una nueva guerra total contra el Líbano.
El Papa León tiene previsto reunirse con líderes políticos del Líbano, representantes de la sociedad civil y diplomáticos tras su llegada a Beirut la tarde del 30 de noviembre. Se espera que visite la tumba de San Charbel Makhlouf en Annaya el 1 de diciembre, luego se reúna con líderes eclesiásticos en Harissa, antes de regresar a Beirut para un encuentro ecuménico e interreligioso y una reunión con jóvenes libaneses en Bkerké. Tras visitar el hospital el 2 de diciembre, tiene previsto celebrar una misa en el paseo marítimo de Beirut, donde una explosión cercana causó la muerte de 235 personas y heridas a 6.000.
Constantin expresó su esperanza de que el Papa inste a la Iglesia local a reformarse ante los numerosos desafíos que enfrenta el Líbano. Afirmó que las instituciones eclesiásticas atraviesan dificultades financieras y corren el riesgo de perder su papel fundamental en el apoyo a los más pobres y en la provisión de educación y atención médica para todos.
“El Papa León XIV viene como mensajero de paz”, declaró el obispo maronita Michel Aoun de Jbeil, presidente de la Asamblea de Patriarcas y Obispos Católicos del Líbano y coordinador del comité eclesiástico para la visita.
“El Santo Padre viene por todos los libaneses. Cristianos y musulmanes en este país necesitan ayuda juntos”, afirmó. Espera que la visita papal anime a “los jóvenes que actualmente se enfrentan a innumerables desafíos y buscan un futuro fuera del Líbano”.
Él espera que el papa exhorte al Líbano a ir adelante mediante una “purificación de la memoria”, haciendo eco del llamado que hizo el Papa Juan Pablo II en su visita al país en 1997, siete años después de la guerra civil de quince años. Durante esa visita, pronunció la exhortación apostólica “Una Nueva Esperanza para el Líbano”.

Benedicto XVI visitó el Líbano en 2012 en un momento de “auge de comunidades islámicas fanáticas, que representaban una peligrosa amenaza para la libertad religiosa” en el Medio Oriente, y pronunció la exhortación apostólica “Sobre la Iglesia en Oriente Medio”, que abordaba la libertad religiosa en la región.
Según el padre maronita Dany Dargham, sacerdote de la parroquia Nuestra Señora de los Dones en Beirut, la visita del Papa León es diferente porque “no está vinculada a ninguna iniciativa eclesiástica específica”. Sin embargo, sigue teniendo un “fuerte valor pastoral y simbólico”.
Karim Emile Bitar, profesor de relaciones internacionales en la Universidad San José de Beirut, afirmó que la visita del Papa León “es quizás tan importante como la de Juan Pablo II”.
“Algunos estados, como Francia o el Vaticano, que no comparten la postura beligerante de Israel y Estados Unidos, pueden abogar por una solución pragmática para garantizar que Israel cumpla con su parte del acuerdo de cese de hostilidades”, declaró. Israel y Hezbolá firmaron un acuerdo de alto el fuego en noviembre de 2024, aunque siguen produciéndose violaciones.
“Podría decirse que el Vaticano es una de las últimas autoridades morales del mundo, por lo que, si el Papa León XIV se pronuncia a favor de la soberanía, la integridad territorial y la paz del Líbano, y ofrece un mensaje de esperanza, será bien recibido en todo el país”, afirmó Bitar.

El obispo siríaco católico Isaac Jules Boutros, responsable de la pastoral juvenil en Beirut, declaró que la gente está “muy entusiasmada” con la visita del papa y “dispuesta a asistir a numerosos eventos”. Añadió que se espera que cientos de jóvenes viajen desde Siria, Irak y Egipto para participar en la visita.
El jeque Rabih Qubaisi, de Tiro, miembro del Consejo Supremo Islámico Chiíta, considera esta visita como “un mensaje de paz, amor y esperanza renovada, que reafirma que las religiones… abogan por la misericordia, la justicia y la cooperación”.
“Esperamos que esta visita siga siendo un momento de calma y reflexión, y no un preludio a la escalada del conflicto”, concluyó.
El jeque suní Firas Ballout es director del Departamento de Asuntos Religiosos de Dar al-Fatwa en Trípoli y el Norte del Líbano, una institución gubernamental que emite dictámenes, supervisa las mezquitas y administra las escuelas para musulmanes suníes. Subrayó “la necesidad de mantener al Líbano neutral respecto a los conflictos circundantes, para que siga siendo un faro de paz y amor, y no un conducto para las disputas regionales”.
Nayla Tabbara, cofundadora de la Fundación Adyan, una organización no gubernamental que promueve la armonía social y el entendimiento cultural afirma que la visita papal “resaltará la solidaridad” demostrada durante la guerra del otoño de 2024.
Señaló una creciente división desde que comenzó la guerra de Israel contra Gaza en 2023, entre quienes apoyan que todas las armas estén bajo la autoridad estatal y quienes, ante la “impunidad de Israel”, se preguntan quién los protegería sin el apoyo de Hezbolá. Tabbara cree que la visita podría ayudar a “reducir esta polarización” en la sociedad libanesa.